Unas gotas de cianuro Y en la fiesta esta la momia Cuando se puso las sedas Se le perdieron las perlas Un verano de Varsovia Estaba seca por dentro, dicen Y no saben quién la secó Pero cuentan sorprendidos Porque son todos metidos Que la lluvia no volvió Arandelas en las tuercas de los dedos Pues las yemas están crudas Y en el río las barbudas Cantan como las sirenas Desdentado voy al trote Un caballo habilidoso Ya no sé si los gorgojos Arribaron a los sesos Arandelas y tornillos al oído Para no escuchar mentiras Las palabras escondidas Me mantienen en el limbo Dos cuchillos afilados Y en la selva yo me interno Si lo cazo gano un premio Y me ponen un gorrito Allá va, allá va Camina con su mamá Y preguntas incisivas En la gran ferretería Por las tuercas y los aros Arandelas y tornillos Para todos los tarados
Cuando me separé lo hice para comenzar un viaje en donde descubrí personas y viví situaciones maravillosas. A pesar de haber sido yo quien tomó la decisión sufrí por meses, cuestionando todos aquellos momentos en los que me había ubicado en segundo plano, dando todo por mi pareja. Para realizar parte de mi duelo no tuve mejor idea que arrojar botellas de birra vacías hacia la pared llenando la habitación con restos de vidrio. Una imagen bizarra pero alentadora que me ayudó a descubrir que una persona no puede definir la felicidad de otra, pues no existe el ser ideal. El amor es simplemente una necesidad de plenitud supeditada a una ser humano que debe tener ciertos atributos para ser merecedor de nuestro amor y viceversa.. Pero uno puede valerse por sí mismo todo el tiempo que lo necesite. La mayoría de las personas confunden amor con necesidad, con dependencia. Se nos programó para pensar que algún día un príncipe azul entraría en nuestras vidas para vivir felices por siempre, ...