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Arandelas y tornillos

Unas gotas de cianuro Y en la fiesta esta la momia Cuando se puso las sedas Se le perdieron las perlas Un verano de Varsovia Estaba seca por dentro, dicen Y no saben quién la secó Pero cuentan sorprendidos Porque son todos metidos Que la lluvia no volvió Arandelas en las tuercas de los dedos Pues las yemas están crudas Y en el río las barbudas Cantan como las sirenas Desdentado voy al trote Un caballo habilidoso Ya no sé si los gorgojos Arribaron a los sesos Arandelas y tornillos al oído Para no escuchar mentiras Las palabras escondidas Me mantienen en el limbo Dos cuchillos afilados Y en la selva yo me interno Si lo cazo gano un premio Y me ponen un gorrito Allá va, allá va Camina con su mamá Y preguntas incisivas En la gran ferretería Por las tuercas y los aros Arandelas y tornillos Para todos los tarados
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Y vivieron felices por siempre

Cuando me separé lo hice para comenzar un viaje en donde descubrí personas y viví situaciones maravillosas. A pesar de haber sido yo quien tomó la decisión sufrí por meses, cuestionando todos aquellos momentos en los que me había ubicado en segundo plano, dando todo por mi pareja. Para realizar parte de mi duelo no tuve mejor idea que arrojar botellas de birra vacías hacia la pared llenando la habitación con restos de vidrio. Una imagen bizarra pero alentadora que me ayudó a descubrir que una persona no puede definir la felicidad de otra, pues no existe el ser ideal. El amor es simplemente una necesidad de plenitud supeditada a una ser humano que debe tener ciertos atributos para ser merecedor de nuestro amor y viceversa.. Pero uno puede valerse por sí mismo todo el tiempo que lo necesite. La mayoría de las personas confunden amor con necesidad, con dependencia. Se nos programó para pensar que algún día un príncipe azul entraría en nuestras vidas para vivir felices por siempre, ...

Las mujeres son seres inferiores que deben ser protegidos

Detesto ver en la calle hombres agarrar de la cintura a mujeres -ya sean sus esposas, novias o amantes- que caminan con los brazos cruzados en señal de auxilio porque tienen frio en pleno invierno. Ningún ser humano –a menos que sea una criatura- debe sentirse desprotegido, ya que tenemos la capacidad intelectual bastante desarrollada como para entender que somos independientes y que debemos hacernos cargo de nuestra empresa -y con empresa me refiero a nuestro cuerpo-. La mayoría de ellas sabe la fecha y el lugar en donde nació Jesucristo, pero cuando les pregunto el año en el que una mujer pudo votar por primera vez en Argentina (11 de noviembre de 1951) se quedan pensando. En mi opinión esto se debe a la escases de contenido en los planes de estudio de las escuelas de nuestro país, en donde se avalan historias sobre entes alados, muertos vivos y fantasmas barbudos que cumplen deseos, pero nunca se muestra la realidad de una generación que luchó por las libertades que las maes...

Sábado a la noche

Tendiendo la cama con guantes de plata me caigo sobre la botella de vino que estaba apoyada en la maleta color arcoíris. El líquido inunda la casa y me ahogo en mercurio escuchando las flores del cuadro reírse de mí. Un colibrí se acerca aleteando y canta el arrorró espantando así las moscas que buscaban comerse el maní sobrante de anoche, yo distingo los colores y comienzo a quedarme sin voz.  Toco el techo de azufre con mi oído derecho y un grito sale del jarrón de vidrio tostado que está en la mesa estampada y con un anillo que tengo en el dedo gordo del pie derecho alcanzo a sacar un hada de allí. El colibrí se posa a su lado y ella lo monta soltando una risa de estrellas que ilumina la habitación. Las flores se congelan espantadas mientras la música comienza a escucharse cada vez más fuerte y las ventanas estallan de placer escupiendo restos de mierda hacia todos lados. Comienzo a girar y un tornado baila conmigo sobre las tablillas de barniz embebidas en alcohol. Nos b...

Gastando números

Las flores del jarrón de cielo estaban marchitas, con ganas de irse para el edificio de Avellaneda. Sus hojas estaban teñidas de cuero curtido y sus tallos eran las manos de la propia muerte. Una manzana de verano bailaba jazz cerca del florero, gritando entre ritmos varias melodías. Ésta última saco una sirena y se la colocó en la cabeza mientras giraba observando el ventilador. Fuertemente tomó el repasador rayado con manchas color pis y comenzó a sacudirlo para limpiar la mesa, arrojando así pedazos de tambores hacia todos lados. Un ratón de almendras se asomó por el agujero de la cerradura y comenzó a comerse el sonido que emitían los tambores. El ruido que había en mi casa era insoportable, cientos de aplausos y payasos riendo salieron del placard para ver la función, unos con flores, otros con bosta. Comenzaron a cantar el himno mientras yo me bañaba y arrojaba burbujas de porcelana por la ventana que da al Río de la Plata. Un elefante de uvas aprovecho la salida para entrar ...

El pelotudo de la caja negra

Hay un pelotudo vestido de vaca que grita como un orangután recién jubilado dentro de una caja y no sé cómo hacerlo salir. Yo me siento en la bañera de alpaca y escribo en estos azulejos numerados mientras me sangran los micrófonos y de esa sangre salen pequeñas mariposas que, cantando me piden un poco de agua porque están muertas de sed. Detrás de mi cabeza escucho el grito de la silla que me pide que la escuche y yo sigo como si nada, observando a las mariposas que me incitan a comer. Se me abre la boca y me salen los mosquitos afeminados, forman una corona y se montan en mi cabeza. Yo enojado los espanto con un poco de levadura y vuelvo a fabricar un pastel. Mientras tanto las mariposas observan la salida y planean un escape, primero se disfrazan de pared, luego me confunden con un poco de perfume y mientras bajo la guardia alcanzo a ver como se escapan y se burlan de mí. No me importa, siempre odié las mariposas. Tomo los mosquitos, me los meto en las entrañas mientras can...

Mi mejor amiga

Era una sombra tan estúpida que odiaba el sol, aun sabiendo que dependía de él para estar a salvo. Odiaba también a las personas pues eran posesivas y a los animales porque eran incapaces de hablar. Cierto día viajó a Paris para probar el vino, y estando en la bodega se encontró con un barril bastante sabio, pero que no dejaba de hablar. Tenía una dentadura milenaria y una voz muy ronca, gesticulaba como ningún otro y cuando reía escupía muchos litros de vino. Los dueños del lugar estaban cansados de que el barril derroche tanto de su preciado vino francés entonces decidieron dejar que éste se secase, y la sombra perdió al único amigo que había tenido. Cuando estaba saliendo de la bodega se aferró a un farol, éste comenzó a bailar con ella y así estuvieron hasta el amanecer. Ambos odiaban el sol, entonces decidieron huir juntos hacia algún lugar en el que puedan encontrar la felicidad. Durante el viaje el farol enfermó, sus pies se oxidaron y dejaron de moverse, entonces la so...